La
Unión democrática de Pensionistas y Jubilados de España -UDP se suma al Día
Internacional de la Mujer, que se celebra el 8 de marzo, para visibilizar los
derechos de las mujeres mayores.
Las
desigualdades y dificultades añadidas a las que se tienen que enfrentar día
tras día las mujeres (salarios más bajos, problemas de conciliación,
dificultades de promoción, etc.) se
agravan con la edad.
“Hacerse
mayor” tiene un significado diferente para mujeres y hombres. Las mujeres
mayores deben hacer frente a una doble discriminación: por edad y género.
Alcanzar
la igualdad de género pasa por empoderar a las mujeres mayores, una tarea que
se debe alcanzar de manera transversal:
●
Con la ruptura de los falsos estereotipos y roles
impuestos a las mujeres durante la vejez.
●
Con la participación y escucha de las mujeres mayores,
sobre cómo quieren envejecer, dónde y con quien.
● Contar y dar
voz a las mujeres mayores en entornos rurales, donde la falta de accesibilidad les aboca al aislamiento social y a la
soledad no deseada.
●
La denuncia pública de la violencia de género o la
necesidad de impulsar estrategias y políticas de envejecimiento activo, salud ,
prevención de género y atención a personas mayores, en la que la igualdad de
género sea transversal.
●
Mejorar los
derechos de las mujeres en todas las etapas de su vida, sin olvidarlas e invisibilizarlas durante la vejez, para no
dejar a ninguna atrás. Para acompañarlas, SIN PATERNALISMOS y defender unos derechos que no se acaban por
el simple hecho de cumplir años.
●
Exigimos
un nuevo modelo de cuidado que supere el papel tradicional de la familia y
básicamente de la mujer como cuidadora y que apueste por la igualdad de género
en los cuidados.
Los efectos de la pandemia de la COVID-19 podrían revertir
los avances y logros en materia de igualdad de género y derechos de las
mujeres. La crisis del coronavirus
agrava las desigualdades existentes para las mujeres, desde la salud y la
economía, hasta la seguridad y la protección social.
Son
muchas las mujeres que han estado en primera línea de la Pandemia, como
trabajadoras esenciales en estos tiempos de covid-19, sobre todo relacionadas
con la salud, los cuidados y con la atención directa a personas mayores
(sanitarias, cuidadoras, profesionales de atención a domicilio y personal de
residencias y centros de día) cuya economía es precaria. Una situación que si
no cambia, las convertirá en futuras
pensionistas precarias.
●
Para acabar con la brecha de género en las pensiones,
nuestros representantes políticos también tienen que apostar por la eliminación
de la brecha salarial entre hombres y mujeres durante su etapa laboral. Pero también por adoptar más medidas de
conciliación profesional y laboral, porque todo ello, sin duda, supondrán una
mejora y avance en las pensiones de las futuras pensionistas.
●
Desde UDP reclamamos acabar con la desigualdad de género
en las pensiones, mejorar las pensiones de invalidez y viudedad, igualar las
pensiones más bajas al salario mínimo, la no penalización de la jubilación,
tras 40 años cotizados. Y todo ello, blindando las pensiones públicas en
nuestra constitución como derecho fundamental.
●
La privatización de las pensiones perjudica y golpea a
los colectivos de personas con mayor precariedad económica, y más en una
situación como la que estamos viviendo del Coronavirus. Personas autónomas,
personas en situación de dependencia, personas con jubilaciones anticipadas de
ERES, y Mujeres.
Si hablamos del tiempo dedicado al trabajo remunerado y no
remunerado queda patente la invisibilidad del trabajo doméstico y del cuidado
de familiares ( personas en situación de dependencia o de discapacidad, nietos
y nietas, etc.), mayoritariamente realizado por las mujeres. Se tiende a
subestimar la contribución y la puesta en valor de su tiempo y dedicación al
bienestar de la población.
Para romper con la feminización
de los cuidados, hay que seguir educando y formando a jóvenes y adultos en
valores de igualdad, eliminando los estereotipos y edadismo que rodean al colectivo de las
personas mayores. Las mujeres mayores no
son todas iguales. Ni todas las mujeres mayores necesitan cuidados, ni
todas quieren ser cuidadas, ni tampoco ser cuidadoras.
Creemos firmemente que reconocer las aportaciones de las
mujeres mayores en nuestra sociedad, es una oportunidad que debe ser
aprovechada para el desarrollo de su vida activa, para proporcionarles una
mayor seguridad y un pleno ejercicio de sus derechos.
UDP ante la Igualdad de Género
Sin duda, la defensa de los derechos de las mujeres y la
erradicación de la desigualdad de género, es algo que concierne a todas las
personas y está en nuestra mano, en
nuestro día a día, y también en nuestras entidades y asociaciones de personas
mayores, pensionistas y/o jubiladas.
Con el compromiso de la mejora de la calidad de vida de todas las personas – especialmente de las personas mayores – y la responsabilidad firme de lograr la igualdad de género y empoderar a todas las mujeres, especialmente a las mujeres mayores, todos los programas realizados por UDP, incluyen la perspectiva de género como un pilar fundamental para el empoderamiento y participación activa de las mujeres dentro del colectivo de personas mayores y están alineados a la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, contribuyendo al objetivo 5 (igualdad de género), así como al resto de objetivos de desarrollo sostenible (ODS)
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